Diez años antes de que Christopher se fuera en busca de su madre, él era muy pequeñito, y su madre aún no se había marxado de casa.
Un día normal para ellos diez años antes sería uno parecido a este:
Christopher se levantaba tenpranito, para ver a su madre, y comer su papilla. Su padre estaría aun durmiendo en la cama, con muy pocas ganas de levantarse, ya que el día antes habían discutido con la madre, y él acabó yéndose al bar a tomar alcohol y llegó muy tarde.
Cuando el padre se despierta, Christopher esboza una sonrisa radiante hacia él, para que lo abraze. Él le devuelve la sonrisa, y le da un besito en la mejilla.
Se gira, y encuentra a su madre levantada detrás de él con una cara de no muchas ganas de jugar.
El padre la mira, y le dice que porqué le mira asín, y que era sólo culpa de ella que se hubieran peleado el otro día. Madre baja la mirada, y cuando parecía rendida y padre ya se iba a comer sus tres tostadas de cada dia, madre le empieza a gritar, que estas no son formas de tratar a una dama, y menos cuando es tu mujer.
Él se levanta, y empieza otra vez otra batalla.
Christopher empieza a ponerse nervioso, y empieza a llorar como un desesperado.
Madre le dice a padre que deberían no discutir tan a menudo, y si lo hacen, al menos no delante del niño. Padre está de acuerdo y siguen almorzando.
Por la tarde padre se queda apalancado mirando la tele aún en pijama, y madre se harta. Coge a Christopher con el carrito, y se lo lleva al zoo, a ver animales y a pasar unas horas para pensar a distancia de su archienemigo.
Cuando vuelven a casa, se disculpan los padres, meten a Christopher a dormir, y todo se arregla.
Pero quién sabe que pasará mañana...
Un día normal para ellos diez años antes sería uno parecido a este:
Christopher se levantaba tenpranito, para ver a su madre, y comer su papilla. Su padre estaría aun durmiendo en la cama, con muy pocas ganas de levantarse, ya que el día antes habían discutido con la madre, y él acabó yéndose al bar a tomar alcohol y llegó muy tarde.
Cuando el padre se despierta, Christopher esboza una sonrisa radiante hacia él, para que lo abraze. Él le devuelve la sonrisa, y le da un besito en la mejilla.
Se gira, y encuentra a su madre levantada detrás de él con una cara de no muchas ganas de jugar.
El padre la mira, y le dice que porqué le mira asín, y que era sólo culpa de ella que se hubieran peleado el otro día. Madre baja la mirada, y cuando parecía rendida y padre ya se iba a comer sus tres tostadas de cada dia, madre le empieza a gritar, que estas no son formas de tratar a una dama, y menos cuando es tu mujer.
Él se levanta, y empieza otra vez otra batalla.
Christopher empieza a ponerse nervioso, y empieza a llorar como un desesperado.
Madre le dice a padre que deberían no discutir tan a menudo, y si lo hacen, al menos no delante del niño. Padre está de acuerdo y siguen almorzando.
Por la tarde padre se queda apalancado mirando la tele aún en pijama, y madre se harta. Coge a Christopher con el carrito, y se lo lleva al zoo, a ver animales y a pasar unas horas para pensar a distancia de su archienemigo.
Cuando vuelven a casa, se disculpan los padres, meten a Christopher a dormir, y todo se arregla.
Pero quién sabe que pasará mañana...